Por Kinari Chargoy .
“[…] uno se ve forzado a vivir en un mundo en que los géneros constituyen significantes unívocos, en el que el género está estabilizado, polarizado, diferenciado e intratable. “
(Butler, 1998: 310)
¿Qué pasaría si nos deshiciéramos de la opresión que ha significado el género como representación semiótica?, ¿si construyéramos un nuevo sistema en el que los individuos no se vean afectados por la imposición subjetiva de roles sociales asignados mediante la clasificación anatómica de los cuerpos?
Resiliencias tejidas es una exposición colectiva, un lugar de resistencia, un espacio para reflexionar cómo nos representamos y qué factores influyen en este proceso de identificación (las imágenes, religión, educación, etnia, clase social, etc.), identificar cuáles son las retóricas con las que pensamos y construimos el cuerpo en la actualidad; una invitación a de-construirnos y reinventarnos; para devenir libres de toda imposición, desprendiéndonos de cualquier sesgo de esencialismo. Una llamada a la acción colectiva para construir un espacio que permita el libre interjuego cultural dramático, potenciando las capacidades de acción y la materialidad del cuerpo, lejos de toda norma social.
Cada una de las piezas que conforman la exposición son una mirada a los procesos que las artistas han atravesado para identificar y cuestionar la multiplicidad de factores socioculturales que tienen como fin último moldear la identidad del sujeto, en una estructura regida por el cuerpo sexuado que opera bajo una lógica binaria y universalista, utilizando la diferencia sexual como una distinción cultural operativa, que resulta en un conjunto de relaciones y jerarquías sociales, dinámicas económicas y construcciones culturales enfocadas a preservar el orden social existente, reflexionando cómo estos arquetipos identitarios han sido creados para satisfacer las necesidades de la sociedad, en diferentes contextos y momentos históricos.